TEQUILA

 Amatiteña Barrancas, el despertar frutal en el tequila

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Imagina el sabor del mango, el mamey y la ciruela, ahora trasládalo a un tequila. Ese sabor ya es una realidad con el nuevo producto de la familia Cava de Oro. Se trata de Amatiteña Barrancas que ya se encuentra en el mercado nacional e internacional.

El maestro tequilero de Cava de Oro, Alberto Partida Hermosillo, explicó a GO Business:

“Lo describo como un producto de apreciación, un producto que tiene esta esencia del pueblo Amatitán, no nomás en la parte tequila, sino en sus barrancas que tienen una riqueza enorme en microclima donde se cultiva de forma silvestre el mango, el mamey y la ciruela, que son los protagonistas de este tequila”.

Alberto Partida Hermosillo, maestro tequilero de Cava de Oro, creador de Amatiteña Barrancas.

¿Por qué Amatitán?

Partamos de que Amatitán es un municipio del Estado de Jalisco, ubicado en la Región Valles, se encuentra a poco más de una hora de la capital del Estado, justo donde inicia el Paisaje Agavero, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO hace 18 años.

GO Business dentro del Paisaje Agavero.

La familia Partida Hermosillo es oriunda de Amatitán, por lo que este nuevo tequila busca enaltecer al pueblo, “de honrarlo”, agregó Alberto Partida.

“Si bien hacemos tequila, también contamos con un microclima en las barrancas donde sale esta fruta. Y la inspiración viene desde generaciones anteriores. Nuestra familia, aparte de estar en el ámbito del tequila, del agave, también desde generaciones anteriores ha sido la comercialización, la colecta y el cultivo de estas frutas”.

¿Cómo se puede marinar Amatiteña Barrancas?

El uso de estas frutas para hacer un producto más especial lo convierte en un tequila de apreciación, de maridaje, de degustar, de hacer catas, de una experiencia sensorial, se puede maridar como todos los demás tequilas, con un toque único y especial.

Tiene 55 grados de alcohol. “Sin embargo, no quema, no raspa, es muy redondo en boca, se mantiene y tiene una complejidad enorme por esta fusión de las frutas. Y claro, se marida perfecto con platillos de mar, cítricos, frescos o simplemente de leche y coctelería, por supuesto”.

Amatiteña Barrancas es una edición limitada que se produce anualmente. En 2024 la producción es de 2 mil 364 botellas.

“Cada que destapes una botella, como es de una cosecha anterior, va a ser una experiencia diferente, sensorial, tanto en el entorno con la experiencia que tiene el producto. Ese perfil organoléptico lo convierte en algo que se tiene que apreciar”.

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